No hay dudas que, para determinadas personas, los seres humanos son nada mas que números que molestan en las maravillosas teorías que han armado para solucionar diferentes problemas en el mundo. Uno de estos personajes es el celebérrimo Joshep Stalin quien, en su plan quinquenal, eliminó a diez millones de personas.
Arthur Koestler, que no alcanzó a ver la matanza aunque estaba en Rusia en ese momento, adivinó lo que estaba pasando y lo dijo claramente en diversos artículos de ocasión y luego en sus divertidas memorias, La flecha en azul, señalando que para ciertos personajes los seres humanos son números en una ecuación en la cual el fin es mas importante que los medios, haciendo así que todo vale.
Para estas personas, como para el protagonista de WallStreet, la famosa película de Michael Douglas, la codicia es un valor bueno porque sirve para aplastar a todos aquellos que se oponen a sus objetivos, objetivos que ellos, muy convenientemente, confunden con el progreso.
Luego de una década larga de avance del neoliberalismo, recién ahora comienza a entenderse claramente que su política de liberar a los mercados económicos del control estatal era un error, error que pagaron los miles de personas que se quedaron sin trabajo y sin casa al caer víctimas del nuevo capitalismo salvaje.
Para salvar esta situación, para darle herramientas con que defenderse a aquellos que no las tienen Valles del Esla idea un sistema de colaboración simple: aplicar sistemas avanzados de explotación y comercialización a la tradicional actividad ganadera de la zona de León.
De esta manera, se logro crear un producto cárnico de la mas alta calidad, hamburguesas gourmet, y, a través de él, dignificar la vida rural, abriendo un horizonte de prosperidad a los habitantes de la comarca, quienes habían dejado de pensar que tenían un futuro.
Si quiere saber más al respecto visite la web de Valles del Esla: vallesdelesla.com

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