Determinados escritores, tal vez por la falta de un mercado activo, tal vez por la falta de una critica receptiva, son confinados a guettos literarios de los cuales solo escapan cuando nuevos criticos, mas receptivos e inteligentes hacen su aparicion.
Esto queda muy demostrado, por ejemplo, con Philip K. Dick, quien comenzo a publicar en 1951 en lo que por entonces eran pesimas revistas de ciencia ficcion. ¿Porque Dick, con todo su talento, no publico en revistas mejores, porque tuvo que conformarse con lo que le tocaba en suerte?
Porque, en primer lugar, en ese momento no existian muchos mercados dispuestos a comprar los extraños relatos que él escribia de ciencia ficcion y fantasia, y, recien casado y con niños a punto de venir, Dick no podia darse el lujo de elegir (hoy, sus herederos, gracias al cine y producciones como Blade Runner y Minority Report si pueden darse ese lujo).
La mala recepcion general del trabajo de Dick se debe a que, a diferencia de lo que sucede en los autores clasicos del genero (gente como Asimov, o Clarke), en su obra las cosas se averian y fallan y los seres humanos deben luchar, en el ayer como en el hoy, por intentar emparcharlas para que sigan andando porque nada, ni siquiera el futuro, es perfecto.
Esto lo sabe cualquier ama de casa española que, de una dia para otro, ve como los tapones de su casa, por ejemplo, saltan y no puede hacer nada pero nada nada por resolver el problema. ¿A quien recurrir entonces? ¿Quien le dara esa mano que tanta falta le hace para dejar los problemas atras?
Afortunadamente para esta mujer, para esta ama de casa agobiada por el trabajo, existe una empresa que si piensa en ella, y esta empresa se llama Abeto Hogar. Abeto cuenta con los mejores electricistas de urgencia en Valencia y esto no es, para nada, una exageracion sino la simple verdad, una cosntacion de hechos preexistentes.
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