En su ensayo sobre Las mil y una noches, Borges hizo, ademas de otras observaciones muy suspicaces, la que los lectores mejor recuerdan porque se aparta de las visiones tradicionales criticas para darle ese sabor a genio que marco la diferencia, toda la vida, entre el y los demas.
Las mil y unas noches, recalco Borges, no incluye camellos ni descripciones de color no porque los autores originales fueran malos narradores sino porque las personas que escuchaban esos relatos ya conocian esos detalles y si los narradores las incluian nuevamente hubiera sido redundantes.
Eso sucede tambien en las historias que se escriben sobre Estados Unidos: muchos narradores han aprendido de Borges que no tiene sentido incluir ciertos datos porque, luego de ser bombardeados durante años con peliculas americanas, el publico de todo el mundo ya conoce el ambiente, ya sabe, por ejemplo, que parte del color local son las maquinas expendedoras o vending.
A diferencia de lo que sucede en España, alla, en el gran pais del norte, no existe ciudad, por pequeña que sea, que no cuente con su maquina expendedora de cafe.
Esto no es casualidad sino simple calculo comercial: los norteamericanos, que saben hacer negocios, descubrieron el filon de las maquinas expendedoras y las colocaron en todas partes, desde kioscos al paso hasta en sus oficinas.
Si, aunque suene sorprendente existen maquinas vending de cafe para oficinas que dan, otra sorpresa, grandes ganancias a sus propietarios motivo por el cual los empresarios españoles deberian ser lo suficientemente inteligentes para tomar nota de esta situacion y comenzar a planear como implementar servicios vending en la siempre prospera y maravillosa España, tierra de las oportunidades si las hay...
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