Raymond Chandler fue uno de los ultimos grandes escritores en llegar a Hollywood y, en parte, era logico que asi fuera: Chandler comenzo a escribir a los 44 años y solo consiguio su fama pisando los cincuenta, cuando publico su primer novela, "Adios, muñeca".
Aunque la novela tuvo un buen suceso de publico, mas en Inglaterra que en Estados Unidos (eso nunca cambiaria), Chandler tuvo que aceptar que las ganancias del libro no le permitirian vivir y mantener a su mujer y, por ello, acepto colaborar con Hollywood.
Una vez instalado alli, Chandler encontro -era de por si malhumorado, timido y tenia una educacion represiva que no le permitia acercarse a las mujeres con las cuales le hubiera gustado estar- que todo eran secretos y mentiras, que nadie queria hablar mal de nadie por miedo a recibir un telegrama de despido al dia siguiente.
Lo que era necesario en ese loquero, le aclaro Chandler a un amigo, era mantener la boca cerrada, eso es lo que te pedian que hicieras. Lo mismo sucede cuando se habla de animales en Hollywood: como es un gran negocio, nadie habla de los problemas que implica manejar animales y estos inconvenientes, normalmente, son soportados por tecnicos y actores que, agotados por el desempeño del actor-animal, suelen renunciar de manera ciclica.
Para evitar estos problemas, para conseguir animales de cine que realmente sepan cual es su lugar y desempeñen su trabajo de manera eficiente, existe una compañia llamada Fauna y accion. Fauna y accion esta compuesta por un equipo de halconeros, biologos, veterinarios y naturalistas de campo que se dedican a criar y entrenar animales de cine.
Los especialistas de Fauna y accion, que conocen las posibilidades de cada animal, asesoran constante y personalmente a cada cliente, para que el producto final sea el esperado.
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